21 de julio de 2012

Don't Stop

Placenta I
Placenta II
Placenta III
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Placenta IV

Furiosa, agarro las llaves . Al salir de casa, cierro con un portazo. Miro mi reloj de muñeca, y esta vez no me importa tener cuatro dedos en una mano y siete en la otra. Las manecillas marcan las siete y media de la mañana. Tampoco me preocupa el hecho de que cuando empezó mi sueño lúcido eran las seis de la tarde. Si no me doy prisa llegaré tarde al trabajo.

Siento la presencia de la niña detrás de mí en todo momento. No puedo verla, pero sé que está allí. Noto su aliento en mi espalda y sus cuencas en mi nuca. Intento ignorar la sensación desagradable que me provoca y convencerme de que en realidad no me importa que esté allí.

Al llegar a la parada del autobús, le pregunto al señor que está sentado pacientemente si hace mucho que espera. Acto seguido, si ve la niña que hay detrás de mí. Y luego, si esto es un sueño. Obtengo una respuesta negativa a las tres preguntas. Bueno, ya me lo esperaba. Consulto el reloj. Son las siete y cuarto de la mañana. Tengo dos y seis dedos.

El trayecto se me hace inusualmente largo. La niña siniestra juguetea con mi pelo de vez en cuando. Me hago un moño desordenado para que deje de hacerlo, pero nada más acabarlo me doy cuenta de que ha sido una mala idea. Ahora empieza a acariciarme la nuca lentamente, con sus deditos grisáceos y quebradizos. Trato de desatender la repugnancia que me provoca. Me siento muy incómoda. Empiezo a temblar de forma incosciente. Llego a la oficina puntualmente, a las cuatro menos cuarto de la tarde, con cinco, cinco y nueve dedos.

Allí todo está igual que siempre. Mis compañeros son los mismos, los saludo uno a uno y me reconocen. Mi jefe es el mismo, le pido disculpas por llegar ocho horas tarde al trabajo y me responde que no sabe de qué estoy hablando, si son las nueve en punto. Incluso la máquina de café es la misma, y el líquido que dispensa sigue teniendo un sabor igual de cuestionable. Todo es asquerosamente normal. Todo, excepto la niña, claro está. A lo mejor he terminado por volverme loca de verdad. A lo mejor no estoy soñando.

Llegados a cierto punto me pregunto por qué sigue allí. ¿Por qué merezco este castigo? ¿Qué he hecho? Y no dejo de darle vueltas a que esa niña no deja de ser mi reflejo. ¿Así es como me veo a mí misma? ¿De verdad? ¿Como un ser frágil pero amenazador?

Me sigue a todas partes. A la fotocopiadora, al lavabo, a la calle durante la pausa del cigarrillo. No lo aguanto. No soporto la frustración de sentirla justo detrás de mí y ser incapaz de verla o hacer algo para que deje de seguirme. Por un momento su vigía me recuerda a la que lleva a cabo Eurídice cuando Orfeo la rescata del inframundo. Orfeo no puede mirar hacia atrás, o Eurídice morirá para siempre. Él sabe que la tiene justo detrás, la nota, la siente, pero no puede mirarla. Reflexionando un poco, concluyo que estar muerto consiste justamente en eso. Los que se quedan sufren la frustración de saber que existes, y lo saben porque te han conocido y te han vivido, pero de repente, sin motivo alguno, son incapaces de verte.

Y así se suceden los días. Mi vida, tan monótona como siempre, sigue su curso. Voy al trabajo de lunes a viernes. La niña me mira desde el espejo cuando me lavo los dientes por las mañanas. Se pega a mi espalda durante todo el día, todos los días. Cuando duermo, se queda de pie al lado de mi cama y me observa. Nunca logro conciliar un sueño largo y reparador. Al despertar, lo primero que veo es su cara asomando por el marco de la cama. Mi reloj de muñeca ha dejado de funcionar, no tengo dedos, y el libro de mi mesilla de noche ha desaparecido. A veces giro la cabeza rápidamente para ver si puedo atisbar, ni que sea por una vez, su rostro de frente, pero nunca lo consigo. No estoy tranquila en ningún momento del día. Me salen ojeras, empalidezco, adelgazo. Estoy enferma. Mi jefe me otorga, preocupado, unos días de baja, y me sugiere suavemente que tal vez debería plantearme volver a ver a mi psicóloga.

2 comentarios:

  1. Asdajlkelask. M'ha encantat la part en què arriba vuit hores tard a la feina XDDDD

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