25 de febrero de 2009

Poem without words

Todo el mundo tiene una palabra favorita. Algunos lo saben y la usan a diario sólo por placer. Otros creen que no tienen ninguna, pero se equivocan. Y unos pocos no saben cuál es todavía.

Existen varios criterios para elegir tu palabra favorita. Puedes elegirla por cómo suena, porque se te llena la boca cuando la pronuncias, como sería el caso de orgasmo, sangre. O porque suena como un siseo de serpiente, susurrar, suave, silencio. O porque suena poco (no), suena mucho (anticonstitucionalmente), suena raro (averigüéis) o suena… curiosamente bien, por ningún motivo en concreto: impregnar. También puede ser tu palabra favorita por lo que significa: infinito.


Y luego está mi palabra favorita. La mejor del mundo mundial. Juraría que -sin contar preposiciones, adverbios y conjunciones- es la que he pronunciado más veces en los últimos... diez meses. Y parece que fue ayer cuando la oí por primera vez.

23 de febrero de 2009

Un bel di vedremo

Al hijo de puta que ha provocado los incendios de Australia debería caérsele la cara de vergüenza.

Summertime

A veces incluso echo de menos la "edad de oro" (o de pirita más bien) necroputesca.

Pero no deseo salir de este periodo de renacimiento decadentista... o decadencia renacentista.

O romanticismo, mucho romanticismo: pero eso no es nuevo.











Yo nací el mismo dia que Axl Rose, pero hoy he descubierto que también es el día de nacimiento de Eva Braun, única amante y esposa de Hitler.

Que por cierto... (Si algú no ha vist Valkiria i no vol que li mig-rebenti el final que pari de llegir.)

Heinrich Luitpold Himmler (Múnich; 7 de octubre de 1900 - Luneburgo, Baja Sajonia; 23 de mayo de 1945) fue el Comandante en Jefe (Reichsführer) de las SS y más tarde Ministro del Interior y fugazmente Comandante de los ejércitos del Rin durante el Sitio de Berlín. Gestionó no solo la orden de la matanza metódica y sistemática de millones de judíos, polacos, gitanos, homosexuales y Bibelforscher (testigos de Jehová), sino también de miles de prisioneros rusos, muchos de los cuales fueron usados en experimentos.

És a dir, que ara sé que no era el doble de Hitler. Que si el volien matar també era perquè era el líder de la SS i, tal com es deia "el juramento que hicieron a Hitler no morirá con Hitler". Que si maten al Führer, el Himmler posaria la SS en marxa i moririen tots.

I us juro que he trobat coses que parlen d'un doble de Hitler, però cap és mencionada en un argument de la pel·lícula, és a dir...

[Spoiler de Valkiria a saco]

"As von Stauffenberg flies back to Berlin, Olbricht refuses to mobilize the Reserve Army until he knows without a doubt that Hitler is dead. Behind Olbricht's back, Mertz forges his signature and issues the orders anyway. With Operation Valkyrie underway, von Stauffenberg and his fellow plotters order the arrest of Nazi party leaders and SS officers and begin to take control of Berlin's government quarter, which will allow them to command the entire Reich. Rumors reach Berlin that Hitler survived the blast, but von Stauffenberg dismisses them as SS propaganda. Meanwhile, Fromm learns from Field Marshal Keitel that Hitler is still alive. The General refuses to join the plotters, resulting in his arrest. When Hitler reaches the Reserve Army by telephone, the SS officers are released and the plotters in turn are besieged inside the Bendlerblock. The headquarters staff flees, but the ringleaders are arrested. Most are eventually tried and executed, while some commit suicide. Von Stauffenberg is executed by a firing squad."

[/Spoiler de Valkiria a saco]

Que enlloc es parla d'ulleres, ni de parches, ni de cops-a-la-taula-perquè-li-fa-ràbia-no-veure-bé.


O això, o serà que sóc molt imbècil i encara no he entès la pel·lícula i em cal un esquema.

De totes maneres, és només una pel·lícula, i les pel·lícules estan per això: per entendre-les com et dóna la gana.

Això sí: gran tarda-vespre-nit. :)

21 de febrero de 2009

String Quartet No. 19, "Dissonance"

Había dos mininutrias. Se llamaban thuins, o thoins, o thurns, o algo así. En la tienda había cuatro, dos en cada pecera, pero esas dos estaban en libertad. Era un lugar precioso, lleno de rocas, plantas y agua. Yo las cogía (vivirían en la pica de mi lavabo mientras no comprara una pecera grande y bonita), las cuidaba, les ponía agua (¡porque se acababa!) y jugaba con ellas. Eran un macho y una hembra. Yo les había puesto nombre, pero sólo recuerdo que uno de ellos empezaba por E, y el otro quizás por B, o por H. El caso es que al cabo de unos días de vivir en mi lavabo se les caía el pelo, se les habían cerrado los ojos, y ya no nadaban: se limitaban a flotar. Se estaban muriendo. Luego un día se transformaban en dos miniperros y fornicaban, pero luego volvían a volverse (?) dos mininutrias a punto de morirse. No recuerdo si finalmente morían o no.


El caso es que luego yo era Link. El protagonista de la saga The Legend of Zelda. Y yo recuerdo moverme por bosques, pero verlo todo como si estuviera dentro de una game boy. Recuerdo subrosios, trozos de mineral, y alguien que me mencionaba unas caracolas. Entonces llegaba a un lugar donde había una montaña de rocas enorme, que llegaba hasta donde alcanza la vista si miras hacia arriba. Allí había un hombre... pero era un hombre dibujado como en anime, no en formato Zelda-game boy. Él, gritando, me decía que los hombres que vivían allí estaban locos. ¿Por qué?, decía yo. Porque... mira allí. Yo miraba, y había un hombre en lo alto de la montaña de rocas (que, vete tú a saber por qué, la gente llamaba "La cascada", así que debía ser una cascada seca). El hombre de la cima decía algo así como ¡JAJAJAJA!. Se ve que había colocado explosivos en la cima. Los hacía explotar, y él seguía allí. Había una detonación que yo (Link) veía desde lejos. El hombre caía al vacío junto con algunas rocas, y yo lo veía caer, estrellarse contra el suelo, clavársele las rocas, destrozarse los huesos... Y la sangre era negra. También recuerdo ir a un lugar, mirar un mapa y pensar: Están atrapados, son jaulas... Son jaulas...


Luego era yo, y estaba en el instituto. Me había pasado algo, y lloraba mucho. Salía de una clase y me ponía delante de las taquillas. Entonces salía toda la gente de su clase, toda la gente de la escuela, y uno a uno se ponían delante de mí. Creo recordar que el primero era Pau Martínez. Y le pegaba un puñetazo. Los pegaba a todos, todos los que se ponían delante de mí, uno por uno. Y yo me sentía bien, hasta que aparecía un chico rubio de pelo rizado y ojos verdes que no conocía. Mi puñetazo se dirigía a sus ojos. Luego estaba bizco, me decía que había perdido la visión, yo me sentía mal y dejaba de pegar a la gente. Bajaba por las escaleras, estaba todo llenísimo de gente. Y aparecía "EL MALO", que iba vestido con ropa brillante, plateada y de muchos colores, pantalones acampanados y una capa; y no era Carles, pero a veces era Carles. A mí me daba mucho miedo, miedo de verdad, pero sólo cuando no era Carles (?). Me decía que había venido a raptar a mi hijo, que era una guitarra pequeña de plástico, las típicas para los niños pequeños. Entonces yo me resistía, pero él tenía ayudantes malvados, y yo decía: ¡Toma mi hijo! Y me daba asco, porque le estaba dando mi propio hijo. Pensé: una madre siempre defiende a su hijo, pase lo que pase. Entonces lloraba mucho y me ponía la mano en la boca. "EL MALO" iba a teletransportarse para desaparecer de allí, en pose de Superman volando, y yo me acercaba y tocaba a mi hijo. Lo que pasaba era bastante peculiar: el malo había desaparecido, pero sólo se había llevado un trozo de mi hijo. Yo tenía la caja de resonancia de la guitarra y el tenía las cuerdas, el clavijero y el mástil. Me guardaba mi trozo de hijo dentro de la camiseta. Salía de la Salle, y había obras y era difícil avanzar. Entonces el oh, venerable teloescondo me decía: Más te vale no pasar por allí. Y me iba, y lloraba, y mi hermana iba conmigo, y llegábamos a casa. Allí estaba "EL MALO", pero entonces era Carles, pero no era Carles, y se metía en la cama conmigo, y me tocaba la cintura, y yo me decía: Oh no, descubrirá que tengo un trozo de hijo. Y me iba a la cocina, y le decía al "MALO": Un segundo, voy a beber agua. Abría la nevera: quería guardar allí mi trozo de hijo. Justo cuando lo estaba guardando, aparecía Carles sin camiseta y me decía: De què vas.


Entonces estaba con Nerea, mi hermana y mi madre, en casa de Nerea. Habíamos quedado para ir a la playa. Nerea decía: Bueno, es que Romero no podrá venir. Y efectivamente, ahí estaba Manuel Romero, con pantalones cortos, diciendo con su voz y entonación características: No, no puedo ir a la playa. Nos poníamos un bañador, estábamos en el lavabo de Nerea, y yo cogía un espray dorado, y le decía: ¿Para qué sirve esto? Y decía que era para los dedos, y me ponía por la mano izquierda, que quedaba dorada y brillante. Yo me quería poner por el cuello y el pecho, pero me quedaba mal. Luego salíamos e íbamos al salón, donde aparecía una vecina de Nerea que tenía los ojos azules y decía: Ah, no sabía que tenías invitados. Pero luego se ve que me conocía a mí y a mi madre, y yo no me acordaba de ella, porque cuando la conocí era muy pequeña. Y me decía: Luego tienes que venir a vernos, a mí y a Cristian (yo no sabía quién era Cristian, pero según ella había sido mi amigo de la infancia).


















Eso es lo que pasa cuando te despiertas y te vuelves a dormir muchas veces.


Parecerá broma, pero os juro que no lo es. Me acuerdo de todo, hay detalles que no he mencionado.


Yo no lo entiendo. Y si no, que venga Freud y lo vea.

16 de febrero de 2009

Chelsea Smile

Porque todos tenemos algún que otro secretillo.

Nunca he salido con un chico.
Mi hija es adoptada y no lo sabe.
Soy virgen.
No soy virgen aunque le dije que lo era.
Mi nombre real es Gregoria.
Me sentí aliviada, satisfecha y feliz cuando murió mi madre.
He mantenido relaciones sexuales lésbicas... en más de una ocasión.
Me masturbo pensando en mi hermana y eso hace que me sienta culpable.
Odio a toda la gente que hay a mi alrededor.
Me gusta ir de santa pero me follo todo lo que respira.
Le tengo envidia a mi hermano gemelo porque mis padres lo quieren más que a mí.
Sólo me interesa su dinero.
Mi hijo me decepciona pero le hago creer que estoy orgulloso de él.
Le eché la culpa a otro, pero fui yo.
Finjo los orgasmos.
Mi marido cree que estoy embarazada de él, pero lo cierto es que no es el padre.
Su presencia me irrita.
Soy eyaculador precoz.
Tengo recurrentes fantasías sexuales con el novio de mi madre.
Mentir hace que me sienta poderoso.
Estoy enamorada de mi mejor amiga y nunca se lo he dicho.
Me voy de putas cada noche y le digo a mi mujer que la reunión se ha alargado.
Siempre sentiré remordimientos por haberle dicho eso.
No quiero a mi hijo desde que está en silla de ruedas.
La tengo corta y eso me acompleja.
Cuando me besa siento náuseas, pero no voy a decírselo.
Estoy obsesionada con el novio de mi mejor amiga.
No le he dicho que hace meses que dejé de tomar la píldora.
Hago ver que soy su amiga, pero apenas se da la vuelta ya la estoy poniendo verde.
Siempre que oigo una carcajada pienso que se están riendo de mí.
Me da vergüenza hasta preguntar en las tiendas.
Tengo miedo.
No soporto verlos juntos, ojalá lo dejen pronto.
Salgo con ella para poner celosa a su amiga.
Le dije a mi hijo que su madre había muerto cuando en realidad sólo me dejó por otro.
Te quiero.
En realidad nunca te quise.
Te odio.
Te dije que te odiaba, por tu bien, pero la verdad es que...

11 de febrero de 2009

Soledad

Saps allò que de sobte... passa?

I a més passa de debò.




[-La besaste, ¿verdad...?

-...

-La besaste, hijo de puta...

-¿Cómo sabes...?

-¡Lo hiciste!

-Pero...

-Te voy a hacer vomitar las tripas, desgraciado...

-Escucha, no...]






(I és que al final tot acaba... com acaba.)