23 de septiembre de 2011

Seuls

You know, creía que esto iba a ser horrible.

Que no iba a poder soportarlo. Que me darían bajones cada dos por tres por las chorradas más inmensas: perder el último autobús, que la dependienta de turno no entienda mi acento, perder un anillo, resbalarme en un día de lluvia.

Pensé que lloraría cada noche, que no podría estar lejos de la gente que quiero tanto tiempo.

Que volvería a mi casa (con el rabo entre las patas) al cabo de menos de una semana.

Y la primera noche, cuando después de todo, me sentí como una mierda y lloré durante horas antes de caer rendida en mi cama sin cojín, creí todo esto.


Pero, milagrosamente, nada de eso ha ocurrido. Claro, echo de menos a la gente, y hablar con alguien de verdad, pero esto se me está haciendo más soportable de lo que creía.

Es relajante estar sola. No sé de qué me sorprendo, siempre he sido un poco así... Pero bueno, que... You know... Me estoy explicando fatal...

Será el paisaje, o las montañas, o los animales... O tener que andar 10 minutos por la montaña para llegar a la civilización... O los gatos de la residencia... O el clima... Me está sentando bien estar sola y apartarme un poco de todo lo que me dejo en Barcelona por un tiempo. Cleanse, es la palabra.

2 comentarios:

  1. Al final totes les experiènces ens enriqueixen i ens demostren que som més capaços que no ens pensaven. Gràcies, perquè sinó has dut un dietari, has fet un bon article general mostrant les teves emocions pures.

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  2. Irene, has escrito echar de menos con h. CON H. ...

    Vale ya. Yo sí que me siento así muy a menudo. Lo soporto como puedo, pero lo llevo un poco mal. Supongo que cuando tenga todo arreglado en la uni las cosas irán mejor... en fin, sea como sea, me alegro de que no te echaras atrás y que siguieras nuestros sabios consejos y que ahora veas que no estaba tan mal :)

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