9 de octubre de 2010

-¿Tocas en el Palau?
-No. Todavía no.
-Pero... estudias.
-Sí.
-Y... ¿tocarás música portuguesa?
(Asiente sonriendo.)
-Suerte.

[...]

-Y ahora, te doy a elegir.
-¿Y si me niego? ¿Y si ofrezco que me mates a mí?
-No lo entiendes, soy el Diablo, no quiero la muerte de una persona. Quiero dolor en su estado más puro, culpabilidad, tristeza, desamparo. No quiero llevarme un alma. Quiero que elijas. Tu elección, tu dolor, ese será mi macabro placer.
-No voy a elegir. Vas a tener que llevarme a mí.
-Puedes decirme que te niegas, pero hace rato que tu corazón ha escogido...

No hay comentarios:

Publicar un comentario